La Llorona de Xochicalco: El lamento eterno entre las ruinas

Morelos es un estado rico en historia y tradiciones, pero pocas leyendas han perdurado en el imaginario colectivo como la de La Llorona de Xochicalco. Este relato, que combina el misticismo prehispánico con el folclore popular, ha sido transmitido de generación en generación, despertando asombro y temor entre los habitantes y visitantes de la zona arqueológica.

El origen de la maldición

Se dice que en tiempos prehispánicos, en la antigua ciudad de Xochicalco, vivía una joven mujer de origen noble que se enamoró de un guerrero enemigo. Su amor era prohibido, pues pertenecían a pueblos en conflicto. Cuando su relación fue descubierta, ella fue castigada cruelmente: su hijo fue arrebatado de sus brazos y sacrificado en un rito a los dioses.

Devastada por el dolor, la joven se lanzó desde la pirámide principal, pero su espíritu nunca encontró descanso. Desde entonces, dicen los lugareños, su lamento desgarrador se escucha entre las ruinas al caer la noche, vagando en busca de su hijo perdido.

Testimonios aterradores

Muchos visitantes y vigilantes del sitio arqueológico aseguran haber escuchado un llanto profundo y espeluznante que proviene de entre las estructuras de piedra. Algunos afirman haber visto la silueta de una mujer vestida de blanco, con el rostro cubierto por un velo, que desaparece en la bruma nocturna.

Incluso hay relatos de exploradores que han sentido un frío inexplicable o han escuchado su nombre susurrado en el viento. “Es un lugar mágico, pero al anochecer, el ambiente cambia por completo. He escuchado su lamento y es imposible no sentir escalofríos”, comenta un guía turístico de la zona.

Mito o realidad?

La leyenda de La Llorona es una de las más extendidas en México, pero en Xochicalco adquiere un matiz especial debido a la historia y la energía del lugar. Algunos investigadores sugieren que los sonidos podrían ser producto del eco y la acústica de las ruinas, mientras que otros prefieren creer en la presencia de un alma en pena.

Más allá de la explicación, la historia sigue viva en la memoria de los habitantes de Morelos y en la experiencia de quienes se aventuran a recorrer Xochicalco de noche.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio