En los primeros meses de 2025, el estado de Morelos ha experimentado un incremento significativo en diversos delitos, generando preocupación entre la ciudadanía y las autoridades locales. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, analizados por el Centro de Investigación Morelos Rinde Cuentas, se ha observado un aumento en delitos como robos, extorsiones y feminicidios.
Particularmente alarmante es el incremento en los casos de feminicidio. En enero de 2025, se registraron cuatro casos, lo que representa un aumento en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este dato resalta la urgencia de implementar medidas efectivas para proteger a las mujeres en la entidad.
Además, delitos como el robo en diversas modalidades y las extorsiones han mostrado una tendencia al alza. Este panorama contrasta con las declaraciones de algunas autoridades que aseguran una disminución general en la incidencia delictiva. Por ejemplo, el subsecretario de Gobierno, Miguel Ángel Peláez Gerardo, afirmó que el estado de Morelos “está tranquilo” y que los delitos han disminuido en un 20% durante el primer mes de 2025.
Cuernavaca, la capital del estado, se mantiene como el municipio con mayor incidencia delictiva. En 2024, se registraron aproximadamente 15,076 denuncias ante el Ministerio Público, y la tendencia parece continuar en 2025. La concentración de delitos en esta zona subraya la necesidad de reforzar las estrategias de seguridad en áreas urbanas clave.
A pesar de estos desafíos, se han reportado avances en la reducción de ciertos delitos. Un estudio reciente indica que el homicidio doloso ha disminuido en un 10% durante enero de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior. Este dato sugiere que, aunque persisten problemas significativos, las estrategias implementadas podrían estar teniendo un impacto positivo en áreas específicas.
La percepción de inseguridad entre los habitantes de Morelos ha aumentado, influenciada por las estadísticas y los delitos recientes que evidencian una falta de control sobre la violencia. Es esencial que las autoridades reconozcan la gravedad de la situación y trabajen en conjunto con la sociedad civil para desarrollar e implementar políticas públicas que aborden eficazmente estos problemas y restauren la confianza de la ciudadanía en las instituciones de seguridad.
